Hace poco viajamos con las gatas desde Calama hasta Santiago en avión, muchas personas me preguntaron en instagram (también en el aeropuerto) que tan complejo es y como funciona.
Por lo tanto he decidido hacer este post contando mi experiencia en vuelos nacionales dentro de Chile.
Yo viaje en Sky Airlines, ya que es una de las aerolíneas low cost más cómodas en cuanto aviones y además, tenía la posibilidad de llevar mis dos gatas en la bodega y no en cabina.
Personalmente preferí llevarlas abajo, ya que irían en una caja transportadora más grande y cómoda ya que para llevarlas en la cabina debían ir en una cajita blanda estrecha, que caiga perfectamente bajo el asiento que va enfrente.
Puedes encontrar más información haciendo click aquí.
Independiente de la aerolínea que elijas, en todos los vuelos nacionales te exigirán que tu gato (o perro) cuente con todas sus vacunas. En nuestro caso nos toco ponerle dos vacunas a nuestras gatas, la primera fue de Rabia y la segunda fue la Triple Felina, ya que, como ambas son adultas e indoor no fue necesario realizares el test de leucemia.
Respecto al chip en el aeropuerto no nos pidieron ningún comprobante de que nuestras gatas lo tuvieran implementado, en nuestro caso solo una de ellas tiene chip, ya que a la otra no le pudimos poner ya que solo les quedaban chips grandes para perros en el vet del pueblo, planeo que se lo implanten el día en que deba llevarlas para sacar el papel médico para el vuelo de regreso.
Debes llevar su carnet del veterinario además de un certificado emitido por tu veterinario, que diga explícitamente que tu gato se encuentra en condiciones para poder volar.
Tu veterinario debe recetarte un tranquilizante apto para tu mascota, en nuestro caso nos recetaron pastillas Pacifor, la cual debíamos darles 1/4 antes de subir al transfer hacia el aeropuerto (El transfer de San Pedro de Atacama a Calama se demora dos horas aproximadamente) y luego 1/4 más antes de volar.
Fue un caos poder darles la pastilla, la Tohru las escupió, entonces como no las quiso en el trayecto hacia el aeropuerto no se durmió y lloro un poco, a la Hamburguesa no fue necesario darle, ya que a ella no le molesta estar dentro de la caja transportadora.
Al final las diluí y las metí en un frasquito pequeño de stevia que tenía, les di a las dos antes de entregarlas en el counter y se fueron dopaditas.
Importante: Las aerolíneas exigen que tu gato este tranquilizado con algún medicamento recetado por el veterinario.
Las cajitas transportadoras deben tener suficiente espacio para que tu gato pueda dar una vuelta y tener espacio de sobra al estar de pie, en mi caso compre dos cajitas de 49 largo x 32 ancho x 29 cm alto, ya que mis gatas tienen una altura de 23 y 25 centímetros.
La caja transportadora debe tener certificado IATA y un candado de seguridad en la puerta, además debes poner un candado extra en esta puerta para que no se abra en casos de golpes, yo lo olvide y por suerte en el aeropuerto me prestaron un alambre que se usan para las maletas, para el vuelo de vuelta planeo comprar uno de bicicleta para ambas cajas.
Leí muchos consejos en internet acerca viajar con mascotas y uno de los que más considere útiles, fue ponerle nombre de presentación a la caja y pedir que por favor sean cuidadosos con ella.
Primero, el transfer:
Me asegure al llamar por teléfono a todas las empresas de transfer que hay en el pueblo, para preguntar cuales son los requerimientos extra que piden para poder llevar los gatos y no llevarnos alguna mala sorpresa al querer llegar al aeropuerto.
Hay algunos que te cobran extra como Transvip por ejemplo, que son $10.000 por gato o otros que no cobran extra si no llevas mucho equipaje, como Transfer Pampa que fue el que elegí, nos toco un chofer muy buena onda que no tuvo problema en que lleváramos a nuestras bendiciones adelante con nosotros.
La aerolínea recomienda llegar tres horas antes de tu vuelo, lo cual fue lo mejor ya que luego del largo viaje hasta el aeropuerto, las gatas tuvieron tiempo para descansar, tomar agüita y comer salchichas, en verdad este break fue maravilloso para ellas, sobre todo para la Tohru que venía enojada en el transfer.
El embarque fue MUY FÁCIL, mucho más fácil de lo que esperaba, también nos tocaron personas muy amigables en el counter los cuales no se apresuraron en procesar el papeleo para que nuestras bendiciones volaran con nosotros.
Estaba muy asustada ya que sentía que existía la posibilidad de que me dijeran que habían problemas con los tamaños de las jaulas o que una de las gatas estuviera agresiva y no quisiera que se acercaran a la jaula, pero no, todo salio perfecto.
(Jon Snow llevándose nuestras bendiciones)
Cuando las entregamos, Tohru ya estaba mucho más tranquila, creí que estaría hecha un mono pero no, se comporto muy bien y pudo volar.
Una vez arriba esperando a subir al avión, pudimos ver como fue todo el proceso de embarque que tuvieron nuestras gatitas, grabe todo en historias de instagram así que les hice una compilación en youtube por si quieren vivir la experiencia en primera persona:
En el aterrizaje ellas salieron de las primeras en la cinta transportadora, iban súper tranquilas y la Tohru cuando nos escucho se puso a maullar.
Luego llegamos a casa estuvieron muy tranquilas, nos hicieron mucho cariño, comieron y durmieron temprano.
Se adaptaron muy rápido a la nueva casa en donde se quedaran las vacaciones, creo que esto se debe a que están acostumbradas a las mudanzas, de hecho ahora están mucho más apegadas la una a la otra y se ven bastante felices.
Cero estrés post vuelo.
Les dejo una foto actual de la travel Hamburguesa.
Como pueden notar, viajar con mascotas en trayectos nacionales es bastante simple si estas preparado y tienes todos los documentos necesarios.
¿Has volado con mascotas?
Si tienes experiencias de vuelos internacionales cuéntanos en los comentarios.
Un abrazo!
Me encanta!! Si alguna vez quiero viajar con las bendiciones, reeleré esto :P
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